Me lo mando un amigazoVa lo que escribio Saul Huenchul (de los pagos de La Adela)Quién era
Cayó la noche doliente
como una madre cansada
sobre la frente arrugada
de mi vasto continente.
Ahí está el cuerpo caliente
y la sangre sin cuajar
de aquél que salió a luchar
por una causa sin mella,
como marcando una huella
que nadie debe olvidar.
Mes de octubre, día nueve
del año sesenta y siete,
cuando pasan los jinetes
del viento rumbo a las nieves;
nada en la selva se mueve,
sólo los cuervo' olfateando
se arriman revoloteando
contentos, como verán,
de haber muerto un gavilán
que les andaba estorbando.
Fue el aula de una escuelita
testigo sin garabato
de aquel negro asesinato
que en América se agita,
porque enredado en las cuitas
del tiempo como un penacho
quedó un grito de muchacho
corajudo por costumbre:
apuntá bien, servidumbre,
que vas a matar un macho.
Trono frio el armamento,
agrio de sangre y de muerte,
como borrando la suerte
de un sueño libre, en intento.
Contó después tal sargento
con expresión negra y lerda
que él fue quien tronchó la cuerda,
del hombre que se agiganta,
con un tiro en la garganta
y otro en la tetilla izquierda.
Y ansina al irse callando
aquellos segundos grises
dejaban cinco gurises
sin padre, siempre... esperando!
Saber que anda luchando
lejos, unido a otros hombres
es algo y nadie se asombre;
pero es más bruto, mi hermano,
saber que ha muerto en las manos
del hombre contra del hombre.
Pensar que hay seres tan necios
que en casos como el que digo
lo vitorean como amigos
como a un triunfo basto y recio.
Será la falta de aprecio
de cierta clase social
que aunque parezca cordial
frente a la miseria nuestra.
pues de esa forma nos muestra
un lado muy criminal.
Era un médico argentino
que fue en su franca misión
para el burgués negación
y para el pobre un destino.
No podrán los asesinos
de ensangrentada conciencia
volver a la convivencia
del pueblo sufrido y recio,
sin distinguir el desprecio
hasta en su propia querencia.
Fue muerto por guerrillero,
según la prensa que es mucha,
pero el por qué de esa lucha
no se aclara, compañero.
Sufre el continente entero
una agresión vieja y fría,
ideal de una burguesía
que nos usa y no repara
y que hoy puede verse clara
entre las leyes del día.
Cuba to miró Ilegar
muchacho de barba negra
como un tendon que se integra
a la lucha popular
Castro no podra olvidar
ese empuje incomparable
que en dura lucha intachable
ya manejando el asunto,
fue el que puso los puntos
a los amos intocables.
Pero con Cuba en las manos
solamente, solamente,
no se salva al continente
de las garras del tirano.
Y así el terruño cubano
de nuevo lo vió partir
con la esperanza de unir
a los pueblos marginados,
que tengan los explotados
también derecho a reír.
Argentina en su trajín
lo vió jugarse sin juego
junto a Camilo Cienfuegos
y a su colega Joaquín.
Bolivia lo encontró al fin
por la selva como un león,
sangre altiva, corazón
que un octubre al despertarse
también lo miró apagarse
como se apaga un fogón.
Por dos pupilas sin vida,
por siete balas clavadas,
por la sangre derramada
caliente de cada herida,
que las barbas renegridas
del más grande en el abismo,
se haga en el tiempo espejismo
o tal vez laguna clara
pa' que se miren la cara
los siervos del "piratismo".
Etiquetas: Poesia, Politica